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43.503, -7.94201 |
San Roque |
As Somozas (Santiago Seré) |
La sencillez no resta ni un ápice al encanto de este pequeño templo que se sitúa en sitio rural y abierto, enfrente y a un nivel parecido de la iglesia de Santa María de Recemel, encontrándose ofrecido también a Nuestra Señora del Socorro. Se compone de dos cuerpos, siendo la nave de planta rectangular y tejado enlosado de pizarra a dos aguas, el cual acoge en su extremo un pequeño pórtico; mientras, el presbiterio es cuadrado y con tejado a cuatro aguas e igualmente techado, estando coronado por una cruz de piedra.
El exterior del edificio es curioso por varias circunstancias. En primer lugar mantiene en sus muros la cachotería al aire, dándole un aire rústico, mientras los mejores sillares han quedado para los esquinales y los vanos, presentando distintos tipos de roca, algo no muy común en las iglesias del municipio. Las saetadas ventanas sólo aparecen en el lado sur, la de la nave más estrecha y más ancha la del presbiterio. Además, resulta muy interesante el pequeño pórtico, que se consigue mediante una prolongación del tejado, desarrollando un perfil pentagonal en cuyo eje se dispone la rectangular y adintelada puerta de entrada, mientras en la parte baja acoge dos bancos laterales. La espadaña es de estilo neogótico y posee unas largas jambas para realce de su verticalidad. El relieve de sus molduras parece imitar a las arquivoltas de los pórticos de entrada a los grandes templos. Sobre las alas del arco, que descansa en falsos capiteles, se elevan dos pináculos en forma de obelisco que se completan con otro más complejo en la punta y que sostiene una cruz de hierro. Se encuentra labrado en la dúctil piedra serpentinítica, aunque su peana rectangular es de material granítico.
El interior no posee casi ornamentación, lo que aumenta la importancia de la estética exterior y del curioso pórtico, en un templo que transmite las líneas del románico tradicional a pesar de que algunos elementos, como se ha visto, aportan otros estilos. En un piso inferior al atrio, limitado por un alto cierre vegetal, existe un pequeño enclave acondicionado para el descanso que posee mesa, banco, fuente y asador.
