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A Igrexa

Recemel (Santa María)

Esta iglesia de estilo barroca representa a una de las dos parroquias originales del municipio y la única que ha mantenido su integridad territorial. Se encuentra en un alto que permite obtener amplitud visual desde su atrio y al tiempo ser observada ya desde lejos en toda su plenitud, para descubrir un templo de grandes dimensiones y complejidad constructiva en su planta. Tiene tres naves, una torre campanario exenta en su esquina suroeste, un presbiterio con tres cuerpos, el central más alto, y un ábside rectangular que actúa de sacristía, elementos que en conjunto aportan una rica volumetría en la que juega un papel muy importante la existencia de distintas alturas. La simetría de la fachada principal, que es muy sobria, se ve interrumpida por la alta torre del campanario, a la que se accede desde el exterior y que representa el elemento más barroco del centro. Esta se resuelve en tres cuerpos, alcanzando el primero la altura del presbiterio, que es la parte más elevada de la iglesia, el segundo contiene el campanario, de altos vanos, balconada de piedra y corona de pináculos, mientras el último se resuelve mediante un curioso cupulín octogonal y ventanas.

En el interior, las tres naves están longitudinalmente separadas por una serie de arcos de granito de medio punto sobre pilares de poca altura, a los que hay que sumar el arco triunfal, más alto para dar visibilidad a la capilla mayor, y cuatro más que desde las naves laterales y el presbiterio que dan paso a las capillas laterales. El conjunto de arcadas es soberbio y se ve beneficiado por una especial iluminación, poco frecuente en estos edificios, que parte de numerosos huecos abocinados existentes en las naves y el altar mayor. Los tres retablos destacan por su sencillez, trazas neoclásicas y policromía imitando al mármol. Otros elementos destacados son el púlpito coronado y con baranda de hierro, los confesionarios de estilo neogótico en madera de castaño y el pequeño coro, al que se sube por una escalera de caracol. Una interesante inscripción en la puerta lateral nos lleva al año de 1655, lo que indica que el cenobio pasó por distintas fases constructivas y permite comprender que el estilo de sus elementos compositivos sea diverso.